jueves, 12 de julio de 2012

Las economías no occidentales en vísperas de la expansión occidental. - Apuntes


Las economías no occidentales en vísperas de la expansión occidental.

1. El mundo árabe.

El Islam tuvo origen en Arabia en el S.VII. Su fundador fue el profeta Mahoma. Pronto sus seguidores estallaron con la furia del viento desierto, y en cien años habían conquistado un enorme imperio que se extendía desde Asia Central hasta España, a través de Oriente Medio y el norte de África.

Los árabes originarios eran principalmente nómadas, aunque algunos practicaban agricultura de oasis y tenían unos pocos centros urbanos, como La Meca y Medina. Aunque el potencial agrícola de su territorio era limitado, su localización geográfica le confería grandes posibilidades comerciales. Introdujeron también nuevos cultivos: arroz, caña de azúcar, algodón, cítricos, sandía y otros frutos y verduras. En algunos casos eran plantas procedentes de la India o de otros lugares de Asia y África.

Uno de los principios del Islam era la jihad o guerra santa contra los paganos.

Como consecuencia de sus conquistas en el Imperio romano de Oriente, los árabes hicieron suyo gran parte del saber de la Grecia clásica. Durante la Edad Media europea, los científicos y filósofos árabes junto con los chinos estuvieron a la cabeza del mundo.

2. El imperio otomano.

Entre aquellos pueblos que aceptaron el Islam como religión se contó una serie de tribus turcas nómadas de Asia Central. Tamerlán, famoso por su crueldad, conquistó Persia a finales del S.XIV. Su imperio tuvo una corta vida, pero otro conquistador, Ismael, fundó a principios del siglo XVI la dinastía Safawí, que gobernó Persia hasta el S.XVIII.

Durante el S.XVI continuaron su expansión, apoderándose de territorios en el Cercano y Medio Oriente que previamente los árabes habían arrebatado al imperio bizantino, además de otros en el norte de África; en Europa conquistaron Grecia y los Balcanes, y en 1683 llegaron a las puertas de Viena, siendo allí rechazados hasta Hungría.

El imperio de los turcos no contaba con un mercado común. Todos los territorios ocupados siguieron realizando la misma actividad que antes de ser ocupada. La agricultura era la principal ocupación de los súbditos del sultán.

Los turcos tuvieron en Europa mala fama de violentos y rapaces, aunque esta era exagerada.

3. Asia Oriental.

La civilización china presenta uno de los desarrollos más autónomos que han existido. Raramente experimentó influencias extranjeras, y cuando ocurrió no tardaron en ser absorbidas e integradas en la tradición china. Las dinastías surgían y caían, habiendo a veces entre una y otra períodos de anarquía y “estados en guerra”, pero la civilización china característica siguió su desarrollo a lo largo de unas líneas que parecen trazadas de antemano.

La cuna de la civilización china estaba situada en el curso medio del valle del río Amarillo, donde el fértil suelo de loes que depositan los vientos procedentes de Asia Central permitía fácilmente el cultivo. El alimento básico era el mijo, que posteriormente sería complementado con trigo, cebada y arroz.
A partir de esta agricultura productiva se produjo crecimiento urbano. Los trabajos en bronce alcanzaron un alto nivel de desarrollo. La manufactura de tejidos de seda se originó en China en fecha muy temprana.

El resultado fue una emisión excesiva e inflación. En general, los chinos alcanzaron antes que Occidente un grado bastante alto de desarrollo técnico y científico, aunque ningún desarrollo de los que alcanzó les llevó a la era industrial.

Por otro lado, la fertilidad de su población hizo que la población pasase de 50 millones (año 600 d.C.) al doble en solo 600 años.

En el siglo XIII se produjeron una serie de acontecimientos que afectaron profundamente no sólo a China, sino a toda Eurasia. Fue la irrupción de los mongoles, bajo el mando de Genghis Khan.

En Asia central y en oriente medio se convirtieron al Islam y se fusionaron con sus aliados turcos y con la población indígena. En China se asienta la dinastía Yuan (1260-1368) a la usanza china y adoptaron las costumbres chinas, pero intentaron mantener su diferenciación étnica, lo que llevó a su derrocamiento al cabo de poco más de un siglo.

La dinastía Ming (1368-1644) restableció las costumbres tradicionales chinas, especialmente el confucionismo y el sistema mandarín. En 1421 los Ming trasladaron la capital de Nanking a Pekín. La especialización regional se hizo más pronunciada. Pero lo más notable de todo fue que los chinos comenzaron a comerciar con regiones de ultramar.

Corea y Japón se desarrollaron inmediatamente después de la civilización china y en gran parte a imitación suya.

4. Asia Meridional.

El subcontinente indio tiene aproximadamente el mismo tamaño que la Europa que queda al oeste de la antigua Unión Soviética. A lo largo de su historia ha visto surgir y caer una sorprendente colección de principados, reinos e imperios.

La población aborigen del subcontinente quizá tuviera relación con la de Australia. No obstante, a lo largo de siglos, puede que milenios, se acrecentó por oleadas de emigrantes e invasores.

En la economía, más impacto que los gobiernos tuvo la religión. La primitiva religión original fue el hinduismo, que fue desarrollándose con variantes.

Uno de los modos en que la religión interfirió en la economía fue a través del sistema hindú de castas. La casta venía determinada principalmente por la ocupación, pero parece ser que en su origen tuvo también un elemento étnico.

A la ocupación más baja correspondía el estatus más bajo, y algunos eran “intocables” y hasta “indignos de ver”.

Otro elemento de la religión hindú enemigo del progreso económico fue su veneración por el ganado vacuno.

La gran mayoría de la población se dedicaba a la agricultura. El sudeste asiático, Indonesia incluida, aportó dos contribuciones importantes a la civilización mundial. En primer lugar el arroz, y en segundo las especias.

Durante la Edad Media europea se crearon incipientes naciones-estado, como el reino de Pagan, en la actual Birmania y el de Ayudhya en la actual Tailandia, que en el S.XVII aceptó un embajador del rey de Francia, Luis XIV.

Los musulmanes, árabes o no, fueron los principales intermediarios ente la India e Indonesia; también fueron ellos los principales intermediarios entre la India e Indonesia; también fueron ellos los responsables de la difusión del Islam por toda Indonesia.

5. África.

La historia del norte de África está íntimamente relacionada con la historia europea. El África Subsahariana, por su parte, raramente se vio afectada por los acontecimientos europeos o de cualquier otra parte del mundo hasta el S.XVI, o incluso el XIX

La historia escrita de África empieza en el antiguo Egipto. Los fenicios recorrieron toda la costa africana; Cartago, colonia suya, rivalizó con Roma por el control del Mediterráneo. La repentina embestida del Islam convirtió a éste en un lago musulmán por un breve tiempo a principios de la Edad Media. Si bien separada de Europa tanto por la religión como por las aguas.

La economía del norte de África era muy similar a la de la Europa mediterránea. Allí donde se diera un adecuado régimen de lluvias se cultivaban cereales y en los demás sitios predominaba el pastoreo nómada.

Su población era variada. Aunque los habitantes originales eran de piel oscura o negra, existía enorme diversidad étnica, racial y lingüística. El grupo social básico era la tribu.

La economía era también diversa, yendo desde la caza y recolección más primitiva, hasta una agricultura y ganadería bastante complejas que se practicaban en la sabana y otros espacios abiertos. El comercio era casi ubicuo, dándose incluso entre los cazadores-recolectores, siempre que tuviesen contacto con otros grupos sociales. En África oriental se utilizaba como dinero conchas para obviar la necesidad de trueque. El transporte de cargas a lo largo de los ríos se hacía generalmente por medio de canoas. Por tierra lo hacían porteadores sobre su cabeza.

6. Las Américas.

Mucho antes del principio de la era cristiana del Viejo Mundo, el Nuevo mundo estaba ya poblado desde lo que ahora son Canadá y Alaska en el norte hasta la Patagonia y Tierra del Fuego en el sur.

La densidad de población era directamente proporcional a la productividad de la economía: era mayor en las áreas cuyos habitantes practicaban agricultura sedentaria y menor en aquellas cuya población vivía aún de la caza y la recolección.

Los amerindios descubrieron la agricultura, pero no todos ellos la practicaban. Habían alcanzado un alto nivel de desarrollo. El cultivo básico era el maíz, el tomate, la calabaza, las judías y la patata. También el mercado y el comercio se dieron desde temprano.
La civilización maya surgió más o menos en esta época o un poco después. Sus construcciones más características eran sus enormes pirámides con templos en la parte superior.

Los indios del sudoeste de los EE.UU. practicaban también la agricultura de regadío y construyeron sentamientos urbanos que merecen el calificativo de pueblos, si no de ciudades, con casas de varias habitaciones y almacenes. En la región norte de los Grandes Lagos fabricaban herramientas y armas de cobre a partir del mineral local. Más al este hacían puntas y cuchillos de pizarra y pedernal semejantes a las de cobre. Casi todos los amerindios elaboraban cerámica y cestería.

El resto de los habitantes de las Américas sobrevivían primitivamente a base de la caza y recolección en esos continentes vastos, pero escasamente poblados.

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