sábado, 1 de diciembre de 2012

Comentario sobre "un mensaje a Garcia"



Para empezar podemos decir que “un mensaje a García” se puede dividir en dos partes; en la primera Elbert Hubbard nos relata una anécdota ambientada en la guerra hispano-Estadounidense de finales del siglo XIX, en ella nuestro protagonista es un soldado Estadounidense, a este se le encomienda la tarea de llevar un mensaje al líder de los insurgentes Cubanos, sin saber dónde está,  ni donde podrá encontrarlo… A pesar de ello este soldado parte rumbo a la entrega del mensaje sin poner ni una pega y se recorre el país de punta a punta hasta que entrega el mensaje.

 Y una segunda parte; donde el autor critica la sociedad del momento, el trabajador de esa época que se le encomienda un trabajo y en vez de limitarse a hacerlo, este realiza muchas preguntas, y lo hace por mera obligación mostrando un cierto desinterés y en el caso en el que pueda librarse de este trabajo, no lo haga.

Elbert Hubbard nos quiere dar a entender que la clave para el éxito es el empeño y el trabajo y que el empresario debe de buscar a “los García” de hoy en día  para que estos trabajen en su empresa, e ir rechazando a aquellos que puede que sean muy inteligentes pero carezcan de interés y empeño, es decir, encontrar a trabajadores los cuales su principal objetivo sea  “hacer bien las cosas”.

Personalmente, estoy de acuerdo con este ensayo pues a medida que pasa el tiempo cada vez la gente sigue la mentalidad del conseguir más, esforzándose lo menos posible y esto hace que la actividad empresarial pierda intensidad y la productividad sea más baja y así lo único que se consigue es deteriorar más la situación económica.

La sociedad en la que se convive es algo que puede llegar a influenciar mucho en este aspecto, pues ejemplo de ello es la situación actual en España en la que la gente está saliendo a la calle reclamando la falta de empleo y el malestar general, y contradictoriamente rechazan trabajos por el gran esfuerzo y la escasa remuneración como son los trabajos en el campo.

Por otra parte, es cierto que el empresario ha de  tener cierta consideración por el trabajador, pero él lo exige con la intención de conseguir un objetivo, ejemplo de ello, incrementar los beneficios, el problema es que los trabajadores tienen una mentalidad algo débil, en el sentido de que a medida que más se le exigen, más se quejan de su situación. El trabajador cuando hace un trabajo extra, este lo único que busca es conseguir una remuneración especial, si fuese, por el mero hecho de conseguir un objetivo lo haría con menos interés o simplemente no lo haría.

Con el paso del tiempo si los empresarios van contratando los “Garcías” esto hará que rechacen a los demás de tal modo que este resto debido a su necesidad, adquiera la mentalidad deseada.

En conclusión, en la actualidad hay muy pocos “Garcías” y visto que es lo mejor para todos los aspectos (laborales, económicos…), veo necesario que se empiece a gestar esta figura, desde la educación primaria para así conseguir este objetivo y crear así una sociedad mejor.

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